viernes, 23 de octubre de 2009

EL ESTRES Y LAS PRESIONES PSICOLOGICAS

En las ciudades aglomeradas y violentas como la nuestra, el ambiente que se genera nos pone tensos, irritables, angustiados y presionados. Como resultado de estas presiones, llegamos a perder la capacidad de ser felices. No aprovechamos las oportunidades de sentirnos bien y nos resulta difícil apreciar el cariño de los demás y nos acostumbramos a llevar una VIDA APATICA Y RESIGNADA.
La mayoría de los malestares tensionales, tiene su origen en las presiones y los conflictos cotidianos que provienen del exterior, por ejemplo: el tráfico, el ruido, las exigencias del trabajo diario, la incertidumbre económica, la agresividad de las personas que nos rodean; además de la presión social que nos impulsa y contribuye a crearnos necesidades artificiales y compulsivas que resultan demasiado costosas, hasta imposibles, para algunos, de satisfacer, generando frustraciones innecesarias, por que son artificiales. Nosotros mismos también nos presionamos y torturamos desde el mismo interior de nuestra personalidad; nos convertimos en NUESTROS PEORES ENEMIGOS.
Cuando estamos ansiosos, preocupados, tenemos falta de concentración, olvidos, indecisión e impulsividad, mal humor, dolores de cabeza, nerviosismo y muchas otras más.
Los Doctores Friedman y Rosenman investigaron la relación que existe entre los estilos de vida y la propensión a sufrir un ataque cardíaco. Y catalogaron dos tipos de personalidades. Las tipo "A" que son las que se irritan por todo, las que pierden la paciencia, las que se enfurecen fácilmente, las que tratan de hacer todo en el menor tiempo posible y creen que no les alcanza para hacer todo lo que deberían.Son tensos, impacientes, parecen que tienen mucha prisa, sus ademanes son bruscos, hablan con rapidez y muestran un gran nerviosismo. Se irritan por todo y vuelcan su agresividad contra sus familiares y amigos. algunos fuman y beben demasiado.
Por el contrario, las personalidades tipo "B" son más tranquilas y relajadas: manejan mejor las presiones de su vida diaria, por lo que corren un riesgo mucho menor de padecer trastornos cardíacos.
Hasta hace pocos años en las mujeres predominaba el tipo "B", pero a medida que fueron cambiando los papeles sociales de la mujer, también aumenta el estrés que padecemos, por eso son cada vez más frecuentes los trastornos cardíacos entre las mujeres.
PODEMOS HACER ALGO?
El hombre primitivo pudo sobrevivir gracias a su inteligencia, pero también debido a sus respuestas emocionales.
El hombre actual tiende a reprimir el temor, el enojo, a ocultar los problemas y no hablar de ellos. Acumulamos resentimientos y los volcamos contra nosotros mismos.
La persona estresada y tensionada, tiene más probabilidades de padecer algún trastorno, gasta con mayor velocidad su dotación genética y envejece más rápidamente.
ES DE VITAL IMPORTANCIA QUE SEPAMOS DETENERNOS ALGUNAS VECES, QUE REFLEXIONEMOS Y TOMEMOS CONCIENCIA DE LA VIDA QUE LLEVAMOS E INTENTEMOS CALMARNOS, DESACELERARNOS, BAJAR LOS DECIBELES Y BUSCAR ALTERNATIVAS PARA MEJORAR LA CALIDAD DE NUESTRAS VIDAS.

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