miércoles, 9 de diciembre de 2009

QUE PIENSAN LOS HOMBRES DE NOSOTRAS

Los hombres piensan en líneas generales:

¡Atentas mujeres!

* Que somos inestables emocionalmente.
* Que tenemos un carácter contradictorio.
* Que tenemos necesidad de que nos protejan.
* Que somos demasiado exigentes y demandantes con ellos.
* Que reclamamos constantemente.
* Que se sienten invadidos en su privacidad y coartados en su libertad.

* Creen tener siempre la Razón por que consideran que las mujeres por exceso de emotividad, tenemos una percepción distorsionada de la realidad; se consideran más objetivos por que no mezclan los sentimientos.

* Piensan que la naturaleza femenina es débil, tanto física como emocional, que hacen necesaria la presencia masculina para que las mujeres alcancen cierto grado de equilibrio y sean orientadas en su inserción social.

* Que las mujeres debemos privilegiar la pareja y el cuidado de los hijos. Cuando las mujeres tenemos intereses diversos (laborales, culturales o sociales), los hombres suelen sentirse molestos, por que no es el único centro de interés, le quitan a la mujer energía y tiempo para atenderlo.

Para aquellas mujeres que estamos en transición buscando cambios e intentamos romper con ciertas estructuras sociales, que durante años nos han colocado en un lugar estrecho y limitado para el ejercicio de nuestros roles. No compremos más estos estereotipos sociales, tenemos que generar nuevos espacios, menos rígidos y más amplios, que nos permitan alcanzar un desarrollo pleno.

Fuente de Información: Lic. Ines Castro. La pareja Actual

martes, 1 de diciembre de 2009

¡ AY MI MADRE! (por Gabriela Acher)

Sin ser una mujer muy preparada debo decir que a no me privó de nada. Yo tuve los complejos que quise.
El tema con mi mamá es que siempre fue muy sobre protectora. El mundo era un lugar peligroso, así que había que preocuparse... que yo salí tan miedosa que mi primera palabra fue ¡SOCORRO! y el miedo me fue minando la autoestima; siempre estaba mirando la media mamadera vacía.
Para resguardarme de los peligros de las caries me dio tanto calcio cuando era chica.que no se me cayeron los dientes de leche y me los tuvieron que arrancar más tarde; por que no dejaban espacio para los definitivos.
Cuando ya me estaba convirtiendo en mujer, y deseaba conocer los goces del amor. Quería vivir el éxtasis de la pasión, ¡ quería verle la cara a Dios! y eso en aquella época, y especialmente para mi mamá ¡se llamaba matrimonio!.
Así que me abrumó con consejos, en los que me advirtió que mi marido me iba a querer "molestar" a menudo, pero ella me iba a enseñar a distraerme y pensar en otra cosa, ese era el precio que había que pagar por el matrimonio - me dijo- El me daba su apellido y yo a cambio , le tenía que entregar mi cuerpo ( en ese momento no pareció un mal negocio, igual yo no sabía que hacer con mi él.
Muchos años después, siendo yo adulta, un día que encontré a mi madre, más comunicativa le pregunté "mamá por qué nunca quisiste hablarme sobre sexo? y ella me contestó: Querida, por que yo no sé nada de sexo, si siempre estuve casada...." jajaja

Por suerte hay cosas que los tiempos modernos han permitido mejorar; pero sin lugar a dudas han dejado huellas importantes en nosotras, con las cuales aún debemos lidiar, como por ejemplo el no hablar de sexo libremente y mucho menos con nuestras madresss.