Las mujeres de hoy vivimos a las corridas, estresadas, agobiadas, muchas veces superadas y abrumadas por lo cotidiano, las exigencias, las obligaciones, las presiones laborales, las demandas familiares, etc.
La vida moderna nos impone un ritmo acelerado y exigente, donde el tiempo corre a una velocidad vertiginosa, que no nos permite detenernos, y estar presentes en cada momento vivido. Donde todos, pero principalmente nosotras, las mujeres, tenemos una diversidad de roles a cumplir, a diferencia de las mujeres de antes cuyo rol fundamental era el materno y su lugar.. su hogar, su casa, estaban más reservadas a ese ámbito, eran más sumisas y sometidas, la libertad era escasa y hasta en algunos casos hasta nula, donde debía desarrollarse principalmente como como madre y esposa o hija. Era lo que estaba estipulado socialmente para una mujer.
Los procesos de cambios socioculturales han ido produciendo modificaciones considerables en los roles que las mujeres cumplimos sin embargo hoy coexisten las ideas y creencias de ayer y de hoy que funcionan muchas veces como obstáculos y dificultades a vencer constantemente.
Hasta nosotras mismas a veces nos condicionamos y nos limitamos, donde la culpa, las dudas, las inseguridades, el sentir que no podemos nos mantiene en un lugar determinado, inmóviles.
Las mujeres de hoy tenemos un gran desafío por delante: afianzarnos en nuestros múltiples roles, con seguridad y con fortaleza.... demostrándonos que podemos... disfrutando en cada momento, el rol que nos toque desempeñar. Y dejemos de vivir agobiadas, estresadas o abrumadas y gocemos de la hermosa tarea que es SER MUJER.
